Carisma

La Espiritualidad de la Cruz, la Presencia y Mensaje Liberador de Nuestra Señora de Guadalupe, es lo que sostiene e impulsa la identidad más profunda de las Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo.

Seguimos radicalmente a Cristo Jesús en su ofrenda sacerdotal.

Con creatividad queremos vivir las actitudes de Nuestra Señora de Guadalupe de cercanía, acompañamiento, solidaridad y compasión hacia las personas más pobres, especialmente indígenas, migrantes, marginados y excluidos. Por eso nuestro carisma misionero es Sacerdotal-Guadalupano.

La Eucaristía es centro de nuestra vida y fuente de entrega generosa en nuestro ministerio evangelizador.

Como parte de la herencia espiritual que nos dejó nuestro Padre fundador Félix de Jesús Rougier, buscamos vivir a la escucha de la Palabra y en constante unión con las Tres Divinas Personas.

Conscientes de la presencia de Dios, permanente en nosotras y en la historia de cada pueblo, viviremos la atención amorosa a Dios, siendo fieles a lo que Nuestro Padre Félix quería para nosotras: “Una vida de contemplativas en medio de tareas absorbentes”.

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